
Viajar a Japón | Guía práctica y consejos
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¿Cómo vamos a movernos por el archipiélago japonés?
El siglo XXI le cayó bien al turismo japonés. Una buena recuperación económica que le permitió estar en el podio de las economías mundiales y una concentración de visitantes extranjeros atraídos mayormente por un camino conectado entre la desarrollada ciudad de Tokyo, su actual ciudad capital, y la antigua ciudad imperial de Kyoto, permitió al universo japonés acercarse al viajero.
No obstante, su diverso territorio lejos está de terminar ahí, sorprendiendo a quienes se infiltran por la variedad de sus senderos…
En este sentido, antes de desgranar las posibilidades de transportarnos de manera independiente por cada sitio, hay que comprender que Japón es un conjunto de islas mayormente conectadas por tierra. Sin embargo, algunas partes de su territorio se encuentran desconectado de la isla principal (¡está lleno de pequeñas islas periféricas!), por lo cual, en caso de que nuestro mapa apunte hacia estas regiones, nos veremos obligados a optar por rutas marítimas o aéreas.
Conjuntamente, sin importar que elijas explorar la ruta más conocida o sumergirte por el interior de sus regiones, te puedo asegurar que es un país que no te presentará mayores complicaciones de acceso, ya sea optes por subirte a un tren de última generación o por levantar el dedo entre rutas aledañas.
El transporte público en Japón
Con un limitado territorio montañoso de carácter inestable y una población que supera hasta tres veces a la de Argentina, el estricto orden japonés hace que la mayoría de las ciudades cuenten con un servicio de transporte público de excelente calidad.
Sumado a esto, el país cuenta con un circuito de rutas en muy buen estado y una red ferroviaria para envidiar. Todavía recuerdo el sonido fantasmal emitido por un tren de alta velocidad, denominados shinkansen, que no me dio tiempo ni siquiera para focalizarlo cuando, paralizado, lo vi alejarse rápidamente.
Sin embargo, este alto estándar de calidad también conlleva su precio. ¡Pero a no deprimir tu billetera! Como en cualquier parte del mundo, hay varias estrategias de traslado que no siempre requieren de gastos innecesarios. Así que sea cual sea tu estilo de viaje por el mundo, analicemos las opciones disponibles para combinar y construir tu sendero japonés.
Opción #1: Avión en Japón
La industria aérea, por lo menos vinculada a lo que a un viajero puede representar, está sumamente desarrollada por las distintas prefecturas, nombre que reciben sus regiones; además, suelen ser la vía elegida por quienes optan visitar las islas más desconectadas, como por ejemplo, Okinawa.
En lo que a mi caso refiere, prácticamente no soy de utilizar transportes aéreos durante mis viajes, sin embargo, entiendo que si uno está con tiempos más acotados y se da maña con la investigación de vuelos baratos, pueden convertirse en una excelente opción de traslado.
En este sentido, para quienes les interese profundizar en este aspecto, Japan Airlines es la aerolínea emblema del país, con sedes en diferentes regiones y una disponibilidad bastante extensa.
Opción #2: Trenes en Japón
Los trenes japoneses deben ser uno de los transportes más fotografiados del mundo. Admirados por su velocidad y diseño, serán sin duda la primera opción que te aparezca como recomendación, sea desde una búsqueda en tu celular o al consultar con alguien que ya haya viajado.
Bueno, la realidad es que ese título se lo han ganado con una laboriosa red interconectada que puede llevarte de norte a sur, transitando montañas, valles y hasta porciones acuáticas. Sumado a esto, hay que resaltar su cumplimiento riguroso del horario, de tal modo que habilita planificar de antemano cualquier ruta deseada.
Qué tentador suena todo esto, ¿no? La realidad es que no se puede negar el excelente servicio de los trenes japoneses, sin embargo, esto viene acompañado de un precio extremadamente alto que nos hará aunque sea investigar otras opciones…
Para que se den una idea, el famoso JR Pass, un boleto exclusivo para turistas que permite utilizar todos los trenes de la empresa Japan Railways por un determinado período de tiempo, cuesta lo mismo que lo que gasté viajando durante dos meses por el Cercano Oriente.
No obstante, más allá de su alto costo, también hay que entender que los trenes no llegan a todos lados. Por ejemplo, si se busca conocer la parte del oeste, en sintonía con el Mar de Japón, los trenes del JR no tienen acceso a aquellas regiones.
Por otro lado, si sólo se busca conectar dos grandes ciudades, por ejemplo, Tokyo y Kyoto, es muy probable que tampoco convenga comprar un pase solo por eso. En este sentido, una excelente página de consulta para saber horarios, costos y combinaciones ferroviarias es la de Hyperdia.
Opción #3: Ómnibus en Japón
Ya decantando en una tercera opción mucho más económica que los aviones y los trenes, pero sin bajar el nivel de calidad, son las diferentes empresas de autobuses que ofrecen viajes de corta, mediana y larga distancia por las regiones japonesas.
Es más, en muchos de los lugares no tan densamente poblados serán el único transporte público disponible. En este sentido, verás como las mismas empresas se dividen el mapa y tendrás que contactarte con la específica de la región que quieras visitar.
Sumado a esto, cuentan con una ventaja exclusiva: muchas operan en horario nocturno. Esto te permitirá optimizar los tiempos de traslado y aprovechar de mejor manera el tiempo diagramado. Por este motivo de tiempo y costo, suelen convertirse en una opción muy utilizada por viajeros nacionales y extranjeros.

En este punto, para los más ansiosos que quieran ir reservando su boleto por las rutas turísticas más conocidas, la empresa Willer Express es la más amigable para los extranjeros ya que cuenta con su propia web de reserva en inglés.
Por otro lado, para los que buscan expandir sus horizontes, en cada publicación específica de viaje siempre les dejaré mapeado el transporte disponible para llegar al lugar en cuestión. Mis recorridos publicados de Japón en las que se incluyen autobuses los pueden ver haciendo click acá.
Opción #4: Ferrys en Japón
¿Se acuerdan que les dije que Japón está lleno de islas semi-aisladas? Para ese caso no tendremos opción más que ir hacia la conquista de los mares.
Generalmente suelen ser recorridos cortos, por lo que siempre encontrarás algún que otro barco disponible en el puerto cercano. En este sentido, es importante que analices diferentes parámetros de la isla que planeas visitar: clima, población y accesibilidad.
No todas las islas japonesas se encuentran preparadas para recibir extranjeros, mientras que otras suelen estar en constante conflicto por las erupciones volcánicas. Por ejemplo, esta fue mi foto tomada desde el puerto de Kagoshima antes de embarcarme hacia la isla de Sakurajima, en estado de alerta por cenizas del volcán que lleva su mismo nombre…
Siguiendo la misma sintonía que los autobuses, los ferrys van a variar según el puerto en donde te ubiques, aunque dudo mucho que te cruces con muchos turistas. Mis recorridos que incluyen ferrys los pueden chequear haciendo click acá.
Opción #5: Autostop en Japón
Los miedos del autostop como opción de traslado suelen vincularse casi en su completitud al miedo de subirse a un vehículo desconocido. No obstante, en uno de los países donde la seguridad es un emblema nacional, puede ser un buen punto para largarse a esta experiencia.
Sumado a esto, hay dos factores que potencian el autostop en Japón: la excelente calidad de sus rutas y la paciencia de sus conductores. Los japoneses respetan las reglas de transito a rajatabla, difícilmente los verás exceder la velocidad permitida.
Por otro lado, un punto favorable en tener al autostop siempre de aliado, es que te permitirá acceder a regiones en donde hay escasos transportes públicos y conectar con personas que pueden transmitir experiencias inolvidables.
Opción #6: Bicicleta en Japón
Por último, dejé esta opción para esta instancia final por ser más un gusto personal que una opción comúnmente aprovechada. Sin embargo, las distancias japonesas me inspiraron para realizar varios de sus tramos en bicicleta y sin ser un ciclista experimentado, fue sin duda una de las formas de traslado que más disfruté.
Las tierras japonesas consisten en un 73% de terreno montañoso, conjuntamente, como les expliqué anteriormente, hay muchos pequeños lugares en donde el transporte público no existe, por lo que tener tu propio vehículo de corta/mediana distancia puede ser un verdadero baluarte. Como este bosque descubierto en el sur de Kumamoto…

Además, en consonancia con lo explicado en el autostop, el respeto de las reglas de transito hará que puedas infiltrarte por las ciudades sin mayores inconvenientes, ahorrándote bastante dinero pero, sobre todo, tiempo.
Como verán, hay opciones para todos los gustos. Solo resta preparar los pies para recorrer las antiguas tierras niponas y tras haber definido el combustible, habrá que preguntarse: ¿Cuál será mi ruta japonesa?
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