¿Has escuchado que Argentina tiene comidas regionales bien distinguidas?


Bueno, es cierto que las regiones tienen diferenciados algunos “platos” que las identifican. Sin embargo, no todo es lo que parece.

Por este motivo, te presentaré ciertas experiencias que lograron atraer la efectividad en mi alimentación durante mis viajes y que de seguro te servirán para construir tu propio presupuesto, en este caso, para viajar por Argentina.

Aunque muchas de estas estrategias están vinculadas a este país agropecuario, algunas son universales y pueden ser aplicadas en cualquier parte del mundo.

Con esto dicho, en esta publicación analizaremos la variable alimentos para ver como se conformará el cálculo de nuestro presupuesto para viajar por Argentina

La importancia de la alimentación en viaje


Antes de empezar a desglosar, me gustaría dejar expresado que “efectividad” no busca reducir la cantidad de alimentos ni pasar hambre. Todo lo contrario, la comida es nuestra fuente principal de energía que nos permitirá cumplir las exigencias del viaje.

¡Jamás dejes de comer!

Con esto dicho, hay que entender que la alimentación suele ser el factor más variable en el presupuesto viajero. Esto está sumamente relacionado a nuestros hábitos que traemos acarreados desde nuestro punto de origen.

Sin embargo, en el camino hay diferentes estrategias que podemos utilizar para llevar adelante la fuente de energía viajera y que nos ayudarán a entablar encuentros sociales, ganar tiempo de viaje y asistir a nuestro presupuesto.

Paella_cocinándose

Foto: comida en preparación en un hospedaje familiar en San Juan

Ahora… ¿por qué no aplicar la misma metodología en el viaje?

Según algunos de mis cálculos viajeros podemos encontrar una diferencia de presupuesto alimenticio que difiere entre 300-400%. Sin embargo, frases como “en mis vacaciones no quiero cocinar” o “no tengo los elementos necesarios” pueden surgir inmediatamente. En definitiva, todo dependerá de tus decisiones viajeras.

No obstante, el hecho de cocinar no lo considero un sufrimiento, es más, puede convertirse en una carta de acercamiento cultural/social durante el viaje.

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Foto: compartiendo la comida anterior con una familia en San Juan

Siguiendo esta línea cocinera, ahora veamos que dispone el mercado argentino con respecto a los alimentos. Conjuntamente, hacer una investigación previa del consumo interno del país es un excelente primer paso para el éxito económico y alimenticio del viaje.

Paladar preparado y… ¡ahí vamos!

Comida producida en Argentina


A la Argentina se lo define por manual como país agropecuario. En este sentido, la agricultura es una de sus industrias más fuertes, liderando varios mercados por la producción de trigo, maíz, girasol y soja. Además, por sus variados ambientes naturales, se pueden obtener una gran variedad de frutas y verduras estacionales a un excelente precio.

Sin embargo, hay que recordar que es el 8vo país más extenso del mundo y sus regiones varían considerablemente. Por este motivo, no vas a encontrar la misma oferta de alimentos en el Noroeste que en la Patagonia (extremos del país).

Entonces, si planeas visitar varias regiones de Argentina, un forma estratégica de estudiarla es dividiendo sus tramos y entendiendo algunos principios de la economía.

Pero… ¿en cuáles lugares se recomienda comprar?

Verdulerías en Argentina


Siguiendo las reglas de la economía, mientras más cercas estés de donde se cultivan los productos, más barato los conseguirás. Dentro de Argentina es común ver locales que llevan el nombre de “verdulerías”. Las mismas las distinguirás porque sus puertas suelen estar repletas de cajones llenos de alimentos de la tierra.

En los pueblos suele haber algún puñado de familias que tienen su propia verdulería. Sumado a esto, suele habilitarse un espacio común en donde los productores ofertan sus cosechas y es muy posible que se encuentren alrededor de la plaza central (¡no existe pueblo sin plaza!).

Por otro lado, en las grandes ciudades podes llegar a encontrar varias verdularias muy cercanas unas de otras (debido a la gran demanda poblacional). Eso si, suelen tener costos cambiantes y hay que preguntar antes de comprar porque la oferta y los precios varían según la estacionalidad del año.

Mercados y supermercados en Argentina


Si decidimos quedarnos en un lugar por un tiempo más prolongado, una buena opción es abastecerse en los supermercados disponibles. Estos gigantescos locales tienen todo tipo de productos que necesitaremos para subsistir. Hasta puede que te encuentres una verdulería dentro del mismo. No obstante, tienden a ser de menor calidad.

verduras_en_un_supermercado_en_Argentina

Hay que pensar en comidas simples y que lleven poco tiempo de preparación. No podemos esperar días para la elaboración de distintos platos – a menos que tengan planeado quedarse un lapso prologando en ese lugar y posean un espacio de almacenamiento -.

Dentro de todo el territorio argentino hay diversidad de mercados y supermercados. La disponibilidad cambia según la cantidad de habitantes de la zona. Por ejemplo, en los pueblos suelen encontrarse bajo el nombre de “despensa” o “almacenes”, mientras tanto, en las ciudades, grandes empresas poseen sucursales por las distintas localidades y no te será difícil encontrarlas.

Comidas típicas de Argentina


Por último, quiero hacer una mención especial a las famosas comidas típicas de Argentina. Como les indique anteriormente, cada región, pueblo o ciudad suele vanagloriarse con algún plato que los identifica. Por citar un ejemplo, en la provincia de Salta es popularmente conocida la humita, una comida basada en choclo envuelto en sus propias hojas.

comida_argentina_humita_cerrada

La gastronomía argentina es tan variada como su cambiante territorio. Sin embargo, hay que tener presente que al darle una imagen turística a estos platos generalmente viene acompañado de un precio irrisorio. Se paga más por la propaganda que lo que cuesta el plato en sí y hasta puede no ser de buena calidad.

En este sentido, el país presenta una variedad de comidas que, a diferencia de otros países por donde anduve, son muy accesibles. Por ejemplo, en mi paso por Japón, recuerdo que me era sumamente caro intentar comprar una fruta (sí, 1 sola unidad). Por este motivo, la abundancia de opciones nos invita a que nuestra alimentación por estas tierras sea mucho más amena.

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Para seguir planificando

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